"Hicimos una recorrida por el interior y nos encontramos con una preocupación muy grande por la caída de ventas y por el aumento de la energía eléctrica, ya que las facturas son muy elevadas y los colegas no saben cómo hacer para cumplir con esa facturación", comentó.

López indicó que una panadería gastaba entre $160.000 y $200.000 de luz en promedio y ahora se encuentran entre los $700.000 y más de un millón de pesos. "Tenemos entendido que todavía falta un aumento en los próximos meses", señaló.

"Todos trabajamos con horno eléctrico y gas, son contadas las que panaderías con horno a leña. El gas envasado se paga una fortuna comparado con otras provincias como Buenos Aires que lo tienen natural", agregó.

"La semana pasada subió el precio del pan y del resto de la materia prima, se hizo un pequeño ajuste pero ya vemos que todo volvió a incrementarse. La harina también pegó un salto importante en estos últimos dos meses", detalló.

"Además venimos perdiendo ventas y también nos vemos terriblemente afectados por la competencia desleal. Sabemos que la gente no tiene dinero y sale a buscar precios, pero no es entendible cuando el pan ronda entre $1.700 y $1.800. Cumpliendo con todas las normas legales, con empleados registrados, comprando mercadería con facturación, es imposible tenerlo a ese precio", sostuvo.

"Estamos enviando notas al gobierno provincial porque no solo tenemos problemas con la competencia desleal sino que también hay pagos atrasados a las panaderías que proveemos al Estado. Nos dijeron que nos iban a pagar a fines de abril lo que corresponde a marzo, pero también hay una deuda del año pasado", sumó.