Cerca del mediodía de este lunes se conoció la trágica noticia de la muerte de un hombre de 91 años, enfermo de COVID-19, que se encontraba internado en el sanatorio Güemes de Resistencia, que se terminó convirtiendo en la víctima número 13 en la provincia de Corrientes.

El anciano presentaba varias comorbilidades que lo convirtieron en un paciente de alto riesgo, y una de estas patologías de base era una deficiencia renal que lo obligaba a concurrir frecuentemente al centro asistencial Fresenius, lugar donde se sospecha que había contraído la enfermedad.

Justamente hace un par de semanas, después de una investigación realizada por el Ministerio de Salud, se levantó una denuncia penal a la empresa Fresenius Medical Care Argentina S.A. frente a la justicia provincial y federal simultáneamente.

Según los análisis hechos desde el día 4 de abril se comprobó el incumplimiento del protocolo determinado por la autoridad sanitaria como también las recomendaciones para el control de los pacientes con Insuficiencia Renal Aguda o Enfermedad Renal Crónica emitida y divulgada por el Ministerio de Salud de la Nación.

Es importante señalar que el cierre de la empresa supondría la interrupción de un servicio vital de diálisis (que no puede ser prestado por otra institución) se estableció la rápida internación hospitalaria de los casos positivos por prevención. Respecto a los casos negativos, se ajustó la prestación del servicio en el mismo lugar, asegurando la aplicación estricta del protocolo.

Sin embargo, el caso en investigación de negligencia en la prestación del servicio fue ordenada por el Gobierno desde la premisa de proteger la salud pública de toda la población y el respeto indiscutible a los protocolos sanitarios frente a la pandemia.